Las andanzas de Publio Cornelio Escipión se desplazan a Asia, donde el rey Antíoco III trata de expandir el imperio seléucida siguiendo los pasos de Alejandro Magno.
Egipto cae en manos del imperio sirio que, con sus temidos catafráctos, arrasan a todo aquel que se interpone en su camino. Sólo el Imperio Romano con un buen líder puede hacer frente a ese ejército.
Una obra en la que las historias se alternan saltando de un lado para otro con los diferentes personajes, haciendo que la intriga acompañe constantemente a la lectura. Entre ellas se incluyen también las memorias del mismísimo Publio, que desde el comienzo aparece ofreciendo detalles del recorrido de los Escipiones, sus alianzas, casamientos y enfrentamientos.
Ganan protagonismo en la familia tanto su hijo como sus dos hijas, que protagonizan numerosas historias en detrimento de Emilia, que se ve relegada a un segundo plano.
Las batallas se diluyen poco a poco para ir dejando paso al cierre de todas y cada una de las historias que se han ido sucediendo a lo largo de la trilogía.
Cayo Lelio, Aníbal, Netirkety o Plauto siguen apareciendo aunque su protagonismo en ocasiones es superado por nuevos personajes como Tiberio Sempronio Graco o Catón, y aparecen nuevas caras como Areté, Casio o Cleopatra.
El amor, el desamor, la traición, el rencor, la venganza y sobre todo el recuerdo, siguen presentes en este cierre de la trilogía, menos agitada en cuanto a batallas que las dos anteriores, pero que pone la guinda perfecta a una trilogía espectacular.
José Saramago: »La historia fue vida real en el tiempo en que aún no se la podía llamar historia»
Autor: Santiago Posteguillo
Extensión: 810 páginas
Precio: 6,95€
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