– La Play Station nació porque un empleado de Sony convenció a la compañía para adentrarse en el sector de los videojuegos.
– Alzamos nuestros pulgares en Facebook porque unos empleados concibieron el botón ‘’Me gusta’’ en un Hackathon.
– Un desarrollador de Google ideó el autocompletado para brindarnos sugerencias de búsqueda empleando el 20% del tiempo que podía dedicar a proyectos propios.
En multitud de ocasiones las compañías buscan fuera lo que tienen dentro. El intraemprendedor existe, no hay que crearlo. Personas inquietas, exploradoras, ambiciosas e inconformistas, que vagan por la compañía sin que nadie les haga demasiado caso.
En ocasiones su creatividad queda oculta tras la rutina y la desmotivación, y es la dirección la que debe implicarse y ver hacia donde quiere dirigir su innovación. Hay que ver el intraemprendimiento como una vía de retención de talento en la que es necesario proporcionar las herramientas, metodologías y los procesos que tienen las startups.
Se trata de convertir a tus empleados en emprendedores, que, en la mayor parte de las ocasiones, tienen más conocimiento de cliente que la propia dirección.
Steve Jobs lo definía como un grupo de personas que en esencia regresa al garaje, pero en una gran compañía.
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