Más allá de lo cool que resulta trabajar en una startup o incluso ir un paso más allá y crear la tuya propia, pocas veces se habla del lado oscuro.
La gestión de las emociones es una parte que no se toca demasiado, pero que resulta vital para que los equipos, por pequeños que sean, permanezcan unidos.
La incertidumbre a nivel empresarial se traslada a las vidas privadas de cada miembro, sin saber a ciencia cierta si dentro de seis meses tendrás un salario que será el doble del actual o estarás cobrando, en el mejor de los casos, del Servicio Público de Empleo.
Es por ello por lo que no se recomienda emprender solo, siendo vital el apoyo que puede brindar un socio en momentos complicados y la serenidad que puede aportar para bajar a tierra las ideas más alocadas.
La comunicación ha de ser constante, es vital ser transparente, y crear equipo dentro y fuera de la oficina favorecerá el camino hacia, simplemente, alcanzar el break even.
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