Naces en 1900. A los 14 años comienza la Primera Guerra Mundial y termina a los 18 con 22 millones de muertos. Justo en ese momento llega la Gripe Española, llevándose con ella 50 millones de personas. Cuando parecía que te recuperabas, a los 29, el conocido Crack.
A los 36 comienza la Guerra Civil española, en la que hasta el vencedor termina siendo derrotado con la posguerra y la muerte de gente que habla tu mismo idioma.
Por si querías un poco de paz, a los 39 llega la Segunda Guerra Mundial que termina con 45 y 60 millones de personas menos. La mujer tiene un papel secundario y las libertades no son las de hoy. Las guerras de Corea y Vietnam también te pillan, aunque un poco más lejos.
Naces en 1989 has vivido ETA, terrorismo islámico, y entre otras las guerras de Irak, Afganistán o Bosnia. De lejos sí, pero con presencia de nuestros soldados. Desempleo, crisis de 2008 y cuando te recuperas, otra para que no te acomodes.
Covid, confinamiento, muerte y un futuro incierto.
Ver en el pasado reciente una época de esplendor que no te tocó por bien poco, y que seguimos pagando. Una clase política mediocre y cerebros que se dan a la fuga en búsqueda de nuevas oportunidades. Y no, la mayor parte no volverá.
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