Nadie podía imaginar lo que venía, lo que íbamos a aguantar, hasta donde íbamos a llegar. Un cierre de pocos días que sigue marcando nuestras vidas, nuestro día a día.
Si nos lo dicen antes, nos bajamos del tren, abandonamos, desistimos, protestamos. Nos ha servido para ver lo que somos capaces de conseguir, lo que aguantamos. Avanzar, resistir, pensar soluciones, mirar al futuro.
La vida también son crisis, pandemias, desgracias. La vida también es muerte. Entereza, alegría, optimismo. Solo así seremos felices, solo así disfrutaremos de lo maravillosa que es la vida.
Estudiamos, reímos, hablamos. Todo a través de una pantalla. Más tiempo para la familia, trabajar desde casa, aprovechar el tiempo. Hemos aprendido que nunca hay que relajarse, que siempre hay cosas que aprender. Hemos sido sociedad, hemos sido país.