Todo es criticable, lo hagas bien o lo hagas mal. Un gesto, una mirada. Percepciones de las que rápidamente se sacan conclusiones, juicios sin jueces, veredictos sin pruebas.
Depender de los comentarios, de las sensaciones, de las percepciones. Estar seguro de tus pasos, planificar viajes.
Tratar de volar alto para verlo todo desde otra perspectiva. Tus sueños, alcanzables. Sin importar las críticas que reciban, los comentarios sobre tus alas, las miradas en tu despegue. Serán los que aplaudan en el aterrizaje.
Ver la vida con tus propios ojos, quedarte con lo que de verdad importa. La gente que te habla desde el corazón, los que estarían orgullosos de verte arriba, los que te ayudarían si estás abajo.
Admiraciones mal gestionadas. Los que quisieron ser, pero nunca serán. Los que hablan por no estar callados, los que quieren parecer algo que ni siquiera conocen, los que quisieron ser lo que nunca han luchado. Los que hacen de menos a pesar de estar siempre restando.
Confiar en uno mismo, probar, descubrir. Rodearte positividad, combinar colores, jugar con las ideas, probar experiencias, descubrir por uno mismo.
Vivir la vida como cada uno quiera, sin ceñirse a los parámetros que alguien dijo que eran los correctos, donde alguien un día vio su propia felicidad.