Ver sin la mirada, desde la oscuridad más absoluta. Aunque en este caso sea blanca. Cambio de necesidades, uniones que se fortalecen. Confianza a través de la voz, de la palabra. Quizá nos guiemos demasiado por apariencias, por expresiones, por prejuicios. En la mayor parte de los casos, es culpa de la vista, aunque sea sin querer.
Una trama con dos lecturas, la que te dan las palabras y la que sea crea de manera paralela en tu interior. Actitudes, gestos, egoísmo, dolor. Condiciones inmundas en las que nunca deseamos vivir, para las que no estamos preparados. Un día llegan, sin más, sin avisar. Sobrevives.
La vista. Si nos faltase a todos, todo se pararía. Todo, menos el tiempo. Aferrarse a la vida mientras exista esperanza, ver un futuro donde las cosas tengan un color diferente al actual. O simplemente, color.
Saramago crea precisamente a través de la vista, conversaciones sin el clásico guion de inicio, sin necesidad de citar al hablante. Es tu cabeza quien asigna la voz que corresponde. El acercamiento a los personajes es total, te sientes uno más del grupo aunque ni siquiera te conozcan.
Intriga, suspense. Al posar el libro, tienes necesidad de más, apuras los momentos para sacar unos minutos De la que vienes de, o De la que vas a. Una obra con la que quedas pensando al terminar, que te vuelve a la cabeza en momentos de tu vida. Una obra de las que dejan huella.
»Ciegos que viendo, no ven»
»Que bonito sería ver los árboles del bosque huyendo del fuego»
»Hasta en los peores males es posible hallar una ración suficiente de bien para que podamos soportar esos males con paciencia»
»Tiene la verdad muchas veces que disfrazarse de mentira para alcanzar sus fines»
»Si no somos capaces de vivir enteramente como personas, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales»
»Vela que va delante alumbra por dos»
Autor: José Saramago
Extensión: 375 páginas
Precio: Libro 10.95€ - Ebook 5,69€