Nadie piensa en los buzones. Muchos años juntos, vivencias. Ahí, quietos, sin movimiento. Han perdido el que tenían. En peligro de extinción. Sushi a domicilio, 2X1 en pizzas. Han perdido caché. Compro pisos por la zona, pago al contado.
Buenas noticias, malas. Todas se juntaban ahí, a veces estaban a rebosar. Hoy es difícil encontrar algo en ellos. Sentenciados. Siempre nos quedarán las multas, las invitaciones de boda. Dentro de poco se creará la Asociación Española en Defensa de los Buzones. Por eso de ser España y haber gente para todo. Manifestación.
Hace años les quitaron las competencias en Publicidad, creando los buzones que duermen al raso. Ni siquiera hay que entrar. Aunque todavía quedan valientes que se aventuran, que siguen timbrando en todos los pisos para que les abran. Son ellos los que mantienen viva la llama.
Cada vez que entro en el portal desenfundo la llave del buzón y me ilusiono pensando qué podrá haber. Aunque no espere nada, aunque lleve tiempo sacando la mano igual que la meto. No sé hasta cuándo estaré así.