En España vale más cambiar poco, quedarse en el medio, no hacer ruido. Que la vida pase como si no hubieses pasado por ella. El éxito nacional será tratado con desprecio, perseguido, envidiado. Se observará hasta el más mínimo detalle hasta que Zas. Te tengo.
Unos pocos serán reconocidos. Antes pasarán por la indiferencia y es probable que en sus derrotas se critique su carrera de principio a fin. Aparecerán los entendidos. De esto, de aquello y de todo en general. Juzgarán sin tener la más mínima idea, no importa. Si vuelven a ganar, desempolvarán la bandera y cantarán al unísono.
Se criticará al cantante por sus actos, por su vida. Al actor le caerán aunque no hayan visto sus películas. Al escritor sin haber leído el más corto de sus libros, al futbolista por serlo, al pintor por lo que pinta y al músico por lo que toca. Eso lo hago yo con la gorra, Pfff.
Si eres un artista de la empresa, del Derecho, de la Ingeniería o de la Ciencia será todo igual, pero nadie celebrará tus éxitos. Nadie saldrá nunca a ondear una bandera por ti, no lo esperes. Serás la comidilla de los que tienen poco que comer y nada más. De adjetivos el castellano va servido.
Así que ya sabes, mediocre y sin hacer ruido. A molestar a otro sitio…