Cómo es la sensación de quitarte un zapato cuando aprieta. Es única, incomparable. No podrás decir que se parece a algo porque será lo otro lo que se parezca a quitarse un zapato.
Ah sí, es como. No, déjalo, no lo intentes. Muy común en bodas, en zapatos nuevos, en zapatos de tacón. Bueno esto último por lo que tengo entendido, no suelo gastar este tipo de zapatos. Y no por nada eh, no tengo nada contra ellos. Simplemente no concuerda con mi forma de vestir. Si me diese por cambiar de estilo quién sabe, dije que tantas cosas no y al final sí, que como para poner la mano en el fuego. Además con lo que cambian las modas no sabe uno lo que se le viene encima.
Mejor no decir ni mu, a ver si algún día sucede y alguno recuerda esta publicación. Pues habías dicho que, Me acuerdo una vez que dijiste. No tendría más que asumir, decir que un día dije lo que hoy hubiese dicho. Al final somos esclavos de nuestras palabras, especialmente cuando se escriben. Porque si no las escribes tratas de dejar al otro como mentiroso y ya pasa a ser un uno para uno en el que cualquiera puede resultar vencedor.
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