A veces me preguntan Oye Manuel, Cómo se leen tus publicaciones. Yo siempre digo lo mismo, a gusto del consumidor.
Es cierto que tienen pausas, cambios de personajes, preguntas sin interrogaciones, mayúsculas donde no debería. Pero bueno, más allá de eso en mi cabeza todo fluye con diferentes voces, por lo que me gustaría que se leyesen de igual manera. Alguno dirá Es que yo no sé poner voces. Inténtalo.
Acaso no sabemos todos poner voz de tiquismiquis. Boca circular y tono agudo, mientras ponemos cara de pajarillo y agitamos la cabeza con un ligero movimiento. La clásica voz de hombre de pueblo o la refinada voz del de ciudad. Con todo el respeto a ambos, que después se me echan encima los colectivos en defensa de.
Que levante la mano aquel que no sepa poner voz de mujer cursi, de tío chungo, de Troy McClure, de actor americano, de Van Gaal, de Raphael. Qué sabe nadie. Quién no sabe poner la voz del Rey Emérito. Me llena de orgullo y satisfacción. O de argentino, de inglés, de italiano. Alora, Arrivederci. Tantos y tantos acentos. No sé, lo típico. Aunque no sea tal cual. Recuerda que estás leyendo, nadie te va a escuchar.