Hace unos días en el restaurante en el que estaba cenando intenté entrar al baño pero estaba ocupado por un perro.
Al salir se lavó las patas y posteriormente le pude ver cenando con una mujer. Reían constantemente. Me fijé en sus elegantes zapatos de ante. Vestía camisa y llevaba un jersey atado a la cintura. Al salir del restaurante abrió su paraguas para protegerla de la lluvia. Todo un caballero.
Me sorprende mucho todo este cambio, cuando yo era joven los perros simplemente eran perros y juraría que eran felices como tal. Disfrutaban como animales, como lo que eran. O como lo que son bueno, ya no sé muy bien.
Me estaré haciendo mayor supongo…
Está guapo¡ Muy bién
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